Se llamaba Laura y esa misma noche cumplía dieciocho años. No contaba ya con volver a encontrarse con "el", pero aquella noche, contra todo pronostico, lo encontró.
Le gustaba estudiar, siempre sacaba las mejores notas, sobre todo en historia. En su antiguo Instituto daba clases de historia a algunos alumnos, y así lo conoció. Le encantaba la historia y soñaba con ser profesora algún día. Pensaba que su misión en a vida era enseñar y contaba con varios blogs donde explicaba lo que aprendía en el Instituto; sobre todo historia y literatura, además de poemas y cuentos. Pero había dejado de escribir en esos blogs por "él".
Pese a todo Laura siempre era optimista y feliz. Pensaba que las cosas siempre suceden por una razón e intentaba mirar la situación del lado positivo.
Sus padres habían tenido que vender la casa de manera rápida, la casa donde ella nació, pero ahora se reunían una vez al mes con los vecinos del nuevo barrio y organizaban una pequeña fiesta con barbacoa. Algo que antes no hacían, así que se habían adaptado bien al nuevo barrio. Su padre tenía otro trabajo, pero no se quejaba ni trabajaba tanto como antes. Y ella...
Ella aunque hubiera tenido que cerrar todas sus páginas de Internet, hubiera tenido que dejar de dar repaso porque sus padres se lo habían prohibido, y no pudiera contactar con ninguno de sus antiguos amigos; se había adaptado muy bien a su nuevo Instituto. Tenía dos amigas que esa tarde fueron a su casa con invitaciones para el cine porque era su cumpleaños. Después de ver la pelicula cenaron en un restaurante japones y poco más tarde se fueron a casa entre risas . Laura se había despedido de ellas dos manzanas antes y caminaba tranquilamente como un año antes no lo podía hacer. Hace un año Laura no era capaz de salir sola a la calle, su madre la llamaba cada veinte minutos aunque estuviera en clase y ella tenía que contestar lo antes posible para tranquilizarla.
Laura iba pensando en todo esto y en la paz que estaba consiguiendo día a día, tanto ella como su familia, cuando... al girar la esquina, contra todo pronostico, el estaba allí. Mirandola fijamente. Entonces dejó de pensar, y en tan solo tres milésimas de segundo pasaron por su mente todos sus sueños y su corta y maravillosa vida. Su mundo se derrumbó mientras él la miraba desde aquella pared descorchada. ¿Cómo podía estar sucediendo esto? Jamás hubiese imaginado que "él "estaría allí. Entonces pensó que a veces las cosas suceden por una razón en la vida, y otras suceden porque si.
Y así sucedió: "él" unió el cuchillo en su cuerpo hasta quince veces porque si.
Puedes leer la continuación aquí.ME LLAMABA LAURA - ESPAÑA | Relatos Inquietos de misterio. (leegratisrelatosdemistero.blogspot.com)

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